Quesillo y... ¿Por qué sin leche condensada? porque queda igualito y así lo preparaban nuestras abuelas. (y tiene huequitos) 😁
Precalienta el horno a 350 grados
En una quesillera vierte los 250 grs. de azúcar refinada, incorpórale el agua y asegúrate que el agua la cubra.
Pon a calentar la quesillera a fuego medio hasta que se haga un caramelo claro, cuidando que no se queme. (6 a 8 minutos). Dale pequeños giros al molde para que se unten las paredes del molde. Aparta el molde.
En la licuadora se mezclan: los huevos, los 500 grs. de azúcar, la vainilla y la leche por 2 minutos.
Vierte la mezcla en el molde y tápalo.
Pon el quesillo a baño de maría introduciéndolo en un envase metálico con agua.
Hornea el quesillo tapado a baño de maría por aproximadamente 1 hora. Destápalo para que se hornee por unos 30 minutos más o hasta que al introducir un palito en el quesillo, salga seco.
Se saca del horno y se deja reposar un par de horas. Luego se mete en la nevera hasta que enfríe por completo. (2 horas)
Voltea el quesillo sobre una bandeja.
Un truco: si tu quesillo ha pasado mucho tiempo en la nevera, no te será difícil voltearlo si pones tu quesillera directamente al fuego por tres minutos. La idea es que se caliente el caramelo y que facilite el volteado.