Siguiendo recomendaciones comparto cuatro patrimonios de mi colección Lecturas Gastronómicas:
Por recomendación de mi blog favorito de Jesús Nieves Montero me he propuesto seguir al pie de la letra la propuesta de comenzar el año considerando cocinar en la mesa de noche. La lectura tambien es alimento y he comprado online el libro de Kitchen Confidential de Anthony Bourdain versión en español. Una chef era su dueña anterior por lo cual tiene un valor agregado. Lo mejor es que es traducido al español. Me llegó este lunes y ya se convirtió en mi favorito.
Hay una relación amor y no amor con Los libros de Don Armando Scannone, son clásicos de la literatura gastronómica. Los compré yo misma y están desteñidos de tanto acercarlos al calor. Azul o Rojo, me han dado ciertos dolores de cabeza al no conseguir entre sus páginas estofados tan suculentos y criollos como la costilla. En fin son clásicos, hay que tenerlos, probarlos, aprender y comparar, con criterio.
Hace mil años en el paleolítico inferior, abrí la biblioteca heredada de mi papá. Eso fue antes de acercarme a los fogones . Allí estaba entre otros Las 100 Mejores Recetas de Cocina del Mundo, de Roland Goock, en su edición empastada y con ilustraciones. Kuskus, Mussaká, Carbonara Criolla, Bullabesa Marsellesa, Charlotte Russe, eran nuestros inventos de los sábados.
El Recetario de Mersifrica, deteriorado y restaurado, no lo presto, ni siquiera lo muestro, es un tesoro que contiene historias y recuerdos. Es del tipo de consulta diaria, creo por la década de 1970, cuando la mujer caraqueña soñaba con ser esposa y buena ama de casa con todo y aspiradora eléctrica. El índice es de lo más curioso: por la “U” se apunta: Un buen pastel enrollado, Una buena tizana de Frutas Naturales, y así.
Con estos folleticos de Anne Wilson, confieso (ensalzando el refrán) que he ganado indulgencias con escapulario ajeno. Mejillones rellenos, tartaletas, scones, llegaron a honrar los paladares de todos mis amigos y yo, reservándome con discreción la autoría de las recetas. Sean más honestos y háganse de unos 3 o 4 para comenzar. Son muy completos para los que no saben pero se atreven, verbigracia fácil y cómodo, así describe la autora sus procesos y yo agrego infalible. El resto serán aplausos.
Cocinar Hoy… Carnes. Hace años tengo una copia que le pedí al Gallego, mi jefe en la cocina del Restaurant Las Terrazas en Mérida. Lo único bueno que obtuve de él fue este maravilloso vademécum de la carne y sí que fue bueno fijarme qué tanto iba a revisar en el escaparate mientras cocinaba. Son carnes de verdad, muy yang, nada de carpaccios ni longitas. Pierna de Cordero al Oporto, Callos, Morcillo en Salsa y toda la sangre contenida que despliegue el bienestar posterior de un digestivo y una buena siesta.
En una próxima entrega compartiré con todos ustedes Sobre otros destacados de literatura culinaria.
