La historia de la gastronomía en Caracas tiene Sabor Hatillano y #SaberyComer asistió a un conversatorio en ocasión de su 31º Edición. Cuatro venezolanos tan urbanos y tan de uno como quién dice, tengo unos amigos, tengo unos panas que saben de gastronomía. Edgar Leal @restauranteleal, Rosanna Di Turi @rosannadituri, Miro Popic @miropopiceditor y Mercedes Oropeza @unavainita contaron desde su experiencia la historia de la movida gastronómica en Caracas. Y aunque en El Hatillo es la cosa, no dejaron de mencionar las anécdotas en sus viajes por ciudades como Mérida, Sucre y Maracaibo.
Por cierto, si usted piensa en Abbey Road piensa en el paso de cebra y en los cuatro grandes caminando. Ahora claro, si está en Caracas y va por las calles de El Hatillo fíjese bien porque capaz y se encuentra de cerquita con algún muy famoso venezolano que ha dedicado sus años a rescatar y llevar nuestro patrimonio culinario por toda la bolita del mundo.
4 notas de Gastronomía venezolana.
Aunque en este conversatorio los cocineros tenían la sartén tomada por el mango Rosanna Di Turi cual concertino, dio comienzo al ensayo gastronómico. El menú era tan rico de historias que hicimos la procura de recopilar algunas citas deliciosas que publicaremos en varias entregas.
Aquí nuestra primera degustación de la historia de la gastronomía con sabor hatillano.
@miropopiceditor llegó a El Hatillo en el año 75 a vivir en la calle El Pueblo. No habían semáforos, y aún paseaban burros. Cuenta que unos años después comenzó un boom gastronómico a partir de un restaurant vasco, cuyos dueños resultaron de la ETA y fueron descubiertos a raíz de una reseña gastronómica que el mismo Miro publicó en el diario El Nacional. No existía ningún restaurant de cocina venezolana. Al contrario la costumbre de “subir” a pasear a El Hatillo se hace a partir de estos vascos y de un restaurant francés, uno alemán y uno suizo.
Primer plato: La Sopa por Miro Popic.
“El viernes negro transformó la vida a todas las personas y comenzaron a surgir las opciones de cocina venezolana. Yo creo que El Hatillo es lo más local que tenemos en la historia de la gastronomía caraqueña. Hay una tendencia mundial que se llama Kilómetro 0. Se puso de moda hace diez años pero existe desde hace más de treinta años. Yo fui el primero en Venezuela en defender la cocina local contra la global (…) y si ustedes quieren tener éxito como cocineros tienen que cocinar venezolano. Porque así como hace treinta años en Venezuela se comía francés, italiano, thai, cocina fusión y no existía la cocina venezolana, hoy en día el que quiera montar un restaurante tiene que ser de cocina venezolana con productos y sazón venezolano. Obviamente con presentación, con creatividad para llevarla al siglo 21. Con las técnicas que se dominan, con los nuevos instrumentos hasta con el thermomix. ¡Les gusta el thermomix, pero no saben qué es un sebucán!”.
Un recao de olla
“Hay una frase de un gastrónomo Catalán que dice que la cocina no es más que el paisaje puesto en la cacerola. -Qué bella frase-.
Porque toda cocina nace en la geografía, la cocina nace donde tu vives: al lado de un río o del mar. Cocinas con lo que tienes, con lo que capturas, pescas o con lo que recolectas de los árboles y siembras. Ese es el origen de todas las cosas. La cocina nace en la región, porque en Mérida la cocina es distinta a la de Sucre y a la de Caracas.
Coman una hallaca andina, una margariteña y una de Armando (Scanonne como referencia a una hallaca caraqueña). Todas diferentes teniendo casi los mismos ingredientes con una sazón distinta. Entonces si la cocina nace del paisaje, de la geografía nosotros, tienes que meterte y trabajar con productos tuyos. Ir a la finca a ver al señor que cultivó las zanahorias, saber de dónde son nuestros huevos y quién crió las gallinas. En fin saber de dónde son esos productos que finalmente vas a llevar a la olla”.
Vamos a nuestras raíces
“No se olviden que la cocina puede ser global y todos podemos tener acceso a la cocina internacional, pero las raíces nuestras van a ser siempre locales. Si no miramos hacia abajo, hacia nuestras raíces, no sabemos a dónde vamos porque no sabemos de dónde venimos”.
@Miropopiceditor, @ViveelHatillo, #SaborHatillano.