Los buenos pecados de los chocolates @dacaochocolate se disfrutan y #SaberyComer comparte la guía para celebrarlos.
La Codicia: empaque Dacao
Un viaje sensorial hacia los chocolates Dacao no puede ir del árbol a la tableta sin codiciar la belleza de los empaques. Son para coleccionar.
Los diseños pop art que preceden al sabor de Dacao hubieran tentado a Lichtenstein a reinterpretar su inspiración en las haciendas de Cata. La portada de un toro brioso con fondo amarillo, atesora sensaciones cítricas de un chocolate elaborado con granos de Cata, Cuyagua y Ocumare; y como el diablo está en los detalles, el empaque de Origen Cuyagua es el homenaje de Dacao a la cofradía que danza al son de Los Diablos de Cuyagua.
Lúculo merienda en Dacao
El concepto de la exquisitez hubiera prolongado las aspiraciones opíparas de Lúculo, el gourmet de la Roma clásica de haber ido al laboratorio de @dacaochocolate. Del color y la fiesta elaboran tabletas brillantes, conceptualizadas en la sensual forma del Cerro Ávila de Caracas. Tienen el control de la belleza caraqueña: marrones oscuros, rutilantes y con aroma a tostado.
Chocolate, gula y sensualidad
Un chocolate de Dacao provoca excesos que además están descritos en su tableta en un sensual 69% de chocolate oscuro. Se derrite rezumante y sin derecho a disimular el pecado goloso de volver a morder una y otra vez. La paleta de sabores va profunda e in crescendo, liberando notas de aroma y sabor que evocan papelón, almendras y frutas cítricas.
Regalar Dacao Chocolates
#DacaoChocolate es delicioso y sofisticado. Desde el árbol a la tableta tienen una buena historia qué compartir con el paladar. Sobre regalar chocolates con concepto y sensualidad, refinamiento y buen comer. #SaberyComerInvita a degustar, compartir y regalar los buenos pecados de @dacaochocolate .
Mención especial de agradecimiento a Carlos Chacón, el maestro chocolatero de Dacao chocolates, a Anthony Aguilar, asistente de producción y paciente colaborador, a Rossmary Lusinchi y a Ligia Toro, trabajadoras del equipo Dacao, sonrientes y plenas en la faena de chocolate y nibs. A Érika Paz por convidarnos a “Saber y Comer” con “Los cuentos de mi Tierra”