Que se quede el infinito sin estrellas, pero que siempre haya algo de postre en la nevera. Pensar en antojos es desear una torta de zanahoria, en su cajita adornada con cubierta de queso crema glaseado. O una torta fría. Un pie de limón, un tiramisú o uno de los postres más versátiles del mundo: La cheesecake.
A la más famosa del mundo New York Cheesecake se le atribuyen más de mil versiones. Han adaptado la receta a las costumbres de cada país utilizando ingredientes locales, son preparadas con quesos de denominación de origen y cubiertas con frutas de la temporada. Ciertamente muchos cafés llegan al extremo de la deformación, y con mucho tupé destacan dentro de sus desserts “NY Cheesecake, La Original”.
“El buen postre es el que se recuerda…
…Y se repite”, o al menos se intenta. La torta de queso es fría y también caliente. De las versiones que van al horno me quedo con la de queso crema. Batida con delicadeza uno va agregando la nube de claras en forma envolvente. Esa magia se devuelve en el horno mientras el calor aumenta su volumen. Tarda casi una hora prepararla y más de tres horas de reposo luego de salir del horno. El origen de la Cheesecake está en la antigua Grecia, luego fue adoptada por los Norteamericanos. Conozco un lugar, Morton’s The Steakhouse en Chicago, que según los expertos y yo (no soy purista) es la mejor torta de Estados Unidos.
La torta de queso y cubrir la torta
No es lo mismo cubrir la torta que encubrirla. A veces ponemos la torta y la cubierta nos salva. Las cheesecakes pasan la prueba si su sabor se distingue por encima de cualquier cobertura de frutas, chocolate o dulce de leche. Como las recetas de Cheesecake pululan los sitios web, es mejor ir metiendo la cuchara de postre e ir descubriendo lo untuoso en el paladar. El sabor de la cheesecake es suave y la receta original puede tener variaciones aún ignotas. Hay que explorar en las especias, clavos, pimienta inclusive. Los aromas y sabores frutales de la naranja y su cáscara, son en efecto una licencia para seguir descubriendo lo novedoso en la gastronomía.
Pepper Cheesecake
Esta propuesta de pepper Cheesecake es una versión como tributo a la original y les quedará perfecta a los que disfruten este soundtrack. A los demás, no.
Ingredientes:
Base de galletas:
- ¼ kg. de galletas María
- 3 Cdas de azúcar
- 100 Grs. de mantequilla derretida
Cubierta dulce de guayaba
- 4 guayabas medianas
- 3 tazas de azúcar
- 1 pizca de sal
Cheesecake
- 1 lata de leche condensada
- 250 Grs. de queso crema
- 125 grs. de azúcar
- 250 Grs. de Yogurt firme y natural
- 2 Cdas. de gelatina sin sabor
- ½ Cdta de pimienta negra recién molida
- 3 Cdas de Jugo de limón
Preparación:
- Moler las galletas. Pulverizarlas con un mortero, por favor, no use el de los ajos.
- Agregar el azúcar y la mantequilla. Unir y colocar de base en un molde desarmable, circular y de mas o menos 22 cm. de diámetro.
- Es mejor meterla al horno a 200 C° por 8 minutos. va a quedar más crujiente
- Pelar las guayabas, partirlas en trozos y licuar con solo media taza de agua. Colar y unir con el azúcar y la pizca de sal en una olla. Calentar a baño de maría por una hora removiendo con una paleta de madera. No es esclavizante, se remueve de vez en cuando hasta que espese. Rectificar de dulce.
El cheesecake
- En un envase mezclar la leche condensada y el jugo de limón. Luego incorporar el queso crema, el yogurt, el azúcar y la pimienta negra recién molida y cernida.
A estas alturas ya debe haber probado la mezcla unas 10 veces. Convencido que si sabe a cheesecake, (si sabe), ahora celebre la combinación dulce con la pimienta.
- Caliente 4 o 5 cucharadas de agua para disolver la gelatina en polvo luego se agrega vigorosamente a la mezcla y ya.
- Colocar en el molde la pepper cheesecake y refrigerar. Por al menos tres horas No tocar. No velar.
- Finalmente sacar la pepper cheesecake de la nevera y con un cuchillo liso y mojado pasar alrededor. Abrir el molde y cubrirla con el dulce de guayaba.